Chronos y Kairós (Español)
Original composición en el idioma portugués-Brasil “Chronos e Kairós'', traducción y edición Español. Formato editado en el Español, Portugués-Brasil e Inglés, en la página del autor. Debido a la falta de tiempo, los poemas ya no se versionan o riman, se está utilizando traducción literal. Todos los derechos reservados.
Sobre Chronos y Kairós
Chronos es el señor del tiempo, mientras que Kairos representa el tiempo que no se puede controlar.
En la mitología griega, Chronos (Kronos) es el Dios del tiempo, una magnitud que se puede medir por horas, minutos, días, semanas, meses y años. Su fuerza es implacable y no se puede detener, y todo lo que se gana en este momento es efímero y soportable.
Cronos se casó con su hermana Reia, con quien tuvo seis hijos: Hades, Poseidón, Hera, Deméter, Hestia y Zeus. Temiendo el cumplimiento de una profecía de que sus hijos lo quitarían del poder, Cronos se los tragó inmediatamente después del nacimiento. El único que se salvó fue Zeus después de que Reia engañó a su esposo y le entregó un trozo de tela para que se lo tragara en lugar de su hijo.
Como adulto, Zeus le dio a su padre una poción mágica, haciendo que Chronos vomitara a todos sus otros hijos. Después de derrotar a Cronos, que simbolizaba el tiempo, Zeus y sus hermanos se volvieron inmortales. Kairós es el hijo menor de Zeus y Tique, la diosa de la suerte y la fortuna.
Descrito como un apuesto joven con solo un mechón de pelo en la frente, Kairós era un atleta tan ágil que era prácticamente imposible perseguirlo. Entre los romanos, se llamaba Tempus, que representa ese breve momento en que las cosas son posibles. Kairós es el tiempo que no pertenece a Chronos, y no puede ser cronometrado o predicho. Es la oportunidad.
En filosofía, Chronos fue descrito como el señor del tiempo y la presión de las horas ordenadas por el reloj. Fue un verdugo responsable de controlar el tiempo real desde el nacimiento hasta la muerte. El tiempo de Chronos es el factor limitante para la cantidad de actividades realizadas durante el día, y la humanidad termina siendo esclava de Chronos.
Kairós, a su vez, es un joven intrépido al que no le importaba la hora cronológica del reloj o el calendario. Kairós era el tiempo que no podía ser cronometrado, las cosas que suceden sin una cita, las sorpresas de la vida cotidiana. La época de Kairós nos invita a disfrutar de la vida de manera más ligera y casual, independientemente de los implacables Chronos.